Frank Martin (Jason Statham) es un antiguo miembro de las Fuerzas Especiales. Decidió retirarse y comenzar una nueva vida en Miami, trabajando para una familia rica. Las relaciones con la familia no son muy buenas, solamente consigue hacer buenas migas con Jack Billing, un niño de seis años a quien se encarga de llevar al colegio.

Frank siempre está disponible, y con él su rapidísimo coche, para entregas de alto riesgo. Esto es debido a que a lo largo de su trayectoria profesional este despiadado conductor se ha curtido en más de mil batallas donde se ha enfrentado a individuos realmente despiadados, que suponen lo peor del ser humano. Al igual que los demás transportistas, obedece las tres reglas de oro: no hacer preguntas, no abrir los paquetes y, sobre todo, no romper los dos mandatos iniciales si no quieres terminar muerto.

Un grupo de ladrones de bancos de élite con formación militar planean un atraco en el Banco de la Reserva Federal de Los Ángeles. Se trata de su mayor robo hasta el momento y consiste en robar los 120 millones de dólares en efectivo que todos los días se sacan de la circulación. Los sigue de cerca Nick Flanagan (Gerard Butler), sheriff local de Los Ángeles, que ha estado siguiendo al equipo de ladrones y no se detendrá ante nada hasta verlos detenidos.